Todos estamos familiarizados con las tarjetas de crédito que nos ofrecen la posibilidad de comprar algo ahora y pagarlo después. También sabemos que las tarjetas de crédito permiten pagar un porcentaje de la deuda y liquidar el resto con intereses añadidos más adelante. Sin embargo, no todas las tarjetas de crédito aplican un tipo de interés bajo.
Son los llamados créditos revolving, y es importante conocer todos sus aspectos, en especial sus intereses.
Los intereses aplicados
El tipo conocido como «tarjeta de crédito revolving» suele cobrar tipos de interés mucho más altos que las tarjetas de crédito normales.

En España, así como en muchos otros países, los intereses suelen oscilar entre el 20 y el 30%, porcentajes que conducen rápidamente a altos niveles de deuda que a menudo son difíciles o imposibles de pagar.
Lo cierto es que para este tipo de tarjetas, muchas veces el pago inmediato de la deuda se puede llevar a cabo al 0% TAE, sin intereses. El problema empieza si eso no se lleva a cabo cada mes de forma puntual, saneando todo el crédito: el importe que quede, será tasado con una TAE en torno al 20% anual.
El funcionamiento de los créditos revolving
Un contrato de tarjeta de crédito revolving establece un importe máximo que se puede pedir prestado, por ejemplo, 1000 euros al mes. Esta cantidad se reduce a medida que se utiliza la tarjeta de crédito. Con este tipo de financiación, puedes seguir utilizando el límite disponible pagando el importe mínimo. A medida que vas haciendo pagos, se va sumando tu límite disponible, lo que te da más poder adquisitivo en la tarjeta.
- Aunque tienes la opción de pagar la totalidad del importe prestado al final de cada mes, también puedes optar por devolver sólo el mínimo, por ejemplo, 100 euros.
- Si haces esto, sigues debiendo al emisor de la tarjeta de crédito 900 euros, sobre el cual se aplican intereses.
- A menos que pagues la totalidad de la deuda, los intereses se aplican cada mes sobre la cantidad que se debe y, como resultado, puedes terminar encontrándote en una situación de endeudamiento en espiral.
La cantidad que se debe en una tarjeta de crédito revolving puede ser a menudo considerablemente más alta que la suma real que se pidió prestada y aumenta cada mes. La renovación o el arrastre del saldo de la tarjeta de crédito devenga intereses sobre el importe pendiente.
Aunque, inicialmente, la cantidad sería pequeña, un crédito revolving tiene el potencial de crecer significativamente si no pagas a tiempo, empujándote así a la deuda. Es por ello muy recomendable informarse bien y mantener una buena gestión del mismo, en especial en momentos de inflación.