La inflación se encuentra en su punto más alto de los últimos 40 años, lo que tiene en vilo a muchos consumidores, sobre todo a los que quieren comprar una vivienda. ¿Causará la inflación una desaceleración del mercado? ¿Caerán los precios de la vivienda? ¿Se producirá un nuevo desplome de la vivienda? Aunque es posible que no se produzca una nueva burbuja, sí que habrá una fuerte desaceleración.
Qué significa la inflación para los compradores de vivienda
La inflación tendrá sin duda un impacto en los compradores de vivienda, así como en los consumidores que ya son propietarios de una casa. Pero el impacto no será tan drástico como muchos temen, dados estos factores:
- El hecho de que haya inflación y los tipos de interés suban no significa que los precios de las viviendas vayan a bajar o que el mercado vaya a desplomarse, ni tampoco que los préstamos sean más baratos.
- Lo que sí significa, dijo, es que la asequibilidad disminuirá. Para algunos compradores, eso podría significar la compra de una casa a un precio más bajo. Para otros, puede significar el aplazamiento total de la compra de la vivienda.
Algunos prestatarios quedarán fuera del mercado, según las previsiones. Eso es lo que estamos viendo con el aumento de los tipos de interés: La gente se está quedando fuera del mercado y no puede permitirse una casa de primera residencia, algo habitual para un país como España donde más de tres cuartas partes de la población general ha optado por comprar su vivienda o planea hacerlo.
¿Cómo afecta la inflación al precio de la vivienda?
Para ser claros, una inflación elevada no significa que los precios de la vivienda vayan a bajar. Simplemente significa que el ritmo de crecimiento (la velocidad a la que suben los precios) puede disminuir. También puede significar que en lugar de tener 20 ofertas por una casa, ahora un agente inmobiliario va a tener 12.
- En primer lugar, hay muchas protecciones en vigor para evitar otra crisis inmobiliaria como la de 2008. En aquella época, era relativamente fácil obtener una hipoteca, y los prestamistas hacían poco por verificar que los prestatarios tuvieran el dinero necesario para hacer frente a sus pagos. Ahora, las normas de suscripción son mucho más estrictas. Hay verificaciones y documentos que se solicitan que hacen más difícil que las personas se conviertan en propietarios de viviendas si no están preparadas financieramente para ello.
- Los propietarios de viviendas también tienen cantidades récord de capital en esta ocasión. Si los precios bajaran (cosa que no se espera), tendrían mucho capital para protegerse y aún podrían vender sus casas para pagar sus hipotecas.
En definitiva, los compradores van a sentir el impacto de la inflación, pero es poco probable que ello provoque una caída o un cambio drástico en el mercado.